viernes, 18 de septiembre de 2020

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Y te preguntarás ¿Cómo vivir después de tal epifanía?, ¿Cómo volver a focalizar tu atención en cosas tan banales y terrenales? Pues lo haces y ya. Desde afuera no notarán nada diferente en ti, mantendrás tu mismo peinado, tu andar cansado y zapatillas gastadas. Hablarás con la gente, asintiendo con una sonrisa. Pero cuando estés en la fila de un banco, sentado en una micro junto a la ventana, o frente a una nueva película, sabrás, sentirás, cuán reales fueron esos días llenos de hastío, y comprenderás que tanta euforia no es posible de soportar toda junta en un solo cuerpo. Se trataba de un regalo; la infinitud del tiempo hecha regalo, hecha a escala para un simple mortal. 

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